POR LA DEMOCRACIA DOMINICANA

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Rescatemos sus instituciones

lunes, 5 de febrero de 2007

Articulo Invitado (Diario Digital RD):


ALDEA INSULAR


De jueces, políticos y cuervos



Por Germàn Santiago
viernes 2 de febrero de 2007, 12:50:01 PM (AST)


El nombre de Aura Celeste Fernández se parece mucho a su postura y trayectoria. Si dulce es esa dama como persona, en extremo decente, transparente y colaboradora, igual lo es en el aspecto moral y en su vida pública.
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Es ella algo así como una luz en medio del túnel y una clarinada que no pueden arrastrar el barullo ni las confusiones.


En calidad de funcionaria pública lo demostró la primera vez que pasó por la Junta Central Electoral, donde renunciò, en la Escuela Nacional del Ministerio Pùblico, la que dirigiò y ahora de nuevo en el máximo tribunal de elecciones.


Doña Aura no vacila a la hora de emitir sus siempre valientes y certeras opiniones, que por lo regular no son del agrado de los políticos tradicionales acostumbrados a utilizar los cargos públicos como premios y trampolines para favorecerse económicamente.


De ahí, su posición de definir como irritantes privilegios los incentivos que reciben los actuales jueces de la JCE; incentivos a los que ella dijo públicamente que renunciaba.


Doña Aura definió dichos privilegios, como “un fraude a la ley”, y en lugar de encontrar solidaridad y apoyo, recibió la reprobación de tres de sus colegas, que defienden dichos incentivos a capa y espada, mientras los otros, todavía como Pilatos, se lavan las manos.


Dice uno de los jueces, el gordito César Feliz Feliz, que todo ellos, los varones que presiden la Junta, están a gusto en sus cargos, menos Aura Celeste que es la única hembra.


¡Y así quién no!


Con sueldo de casi medio millón de pesos, incentivos de 65 mil, 35 mil de gastos de representación, sin contar los otros privilegios, ¿quièn no se siente feliz? como cualquiera barahonero angurrioso y egoísta que alguna vez vivió y anduvo como la mayoría de la “plebe”, hambrienta, desnuda y a pie.


El Presidente del organismo, Julio César Castaños sacò la pelota de su cancha y se la tiro la pelota a la Càmara de Cuentas, en donde se disfruta de privilegios parecidos. Dice el hijo de un honorable fallecido, que de acuerdo a la ley 10-04 y la Constitución de la República, es la Càmara de Cuentas, como órgano soberano de supervisión y fiscalización de la conducta institucional pública, el que tiene que determinar el carácter moral de dichos privilegios.


Aun yo no comparta su declaración, ese señor me resulta un hombre serio. No puedo decir lo mismo del grueso que le rodea, ya que así como hablaron algunos de ellos se comporta la mayoría de los políticos dominicanos: como las rapiñas.


“¡Cría cuervos y te sacarán los ojos!”


En la mayoría de los casos, ha sido la suerte del pueblo dominicano.


Ello ocurre en el Congreso, donde los senadores de mi propio partido que se dicen serios y muy comprometidos, aprobaron la política de austeridad del gobierno, pero ellos mantuvieron sus lujosos sueldos y sus dos exoneraciones anuales que equivalen a ocho durante el cuatrienio por un valor de millones de pesos.


Ocurre en la Liga Municipal Dominicana y en los ayuntamientos, donde Amable Aristy Castro, que es nuestro principal negociante político, se compra un helicóptero con los dineros de los contribuyente para viajar a su pueblo, y la mayoría de los síndicos, como Juan de los Santos de Santo Domingo Este, y Joselìn Peña, de Boca Chica, se buscan empresas fantasmas, principalmente de familiares y amigos, para la recogida de la basura, sin llenar los más mínimos requisitos.


Todo, con la complicidad del grueso de los regidores, que lo único que buscan es dinero. Las salas capitulares han sido convertidas en el paìs en almonedas, peor aùn, en sedes de subastas pùblicas para `pujas y ofertas de ventajas al mejor postor, en lugar de parlamentos para legislar en beneficio de las municipalidades.


Mientras eso ocurre los desperdicios sólidos, en proceso de descomposición, contaminación y propagación de enfermedades, singuen arropando a esas poblaciones.


La situación hace que en muchos sectores familias tengan que pagarles a camiones privados para que les retiren la basura de los frentes de las casas.


A diferencia de ayer, hoy son las instituciones descentralizas, algunas de ellas dirigidas por enconados críticos al poder ejecutivo, vale decir, al gobierno central, los que andan en la picota pública por sus inconductas de repartir favores y cogerse lo que no es suyo.


Alguno mostrando públicamente caritas de santos y actuado por lo bajo, como puros demonios.


Lo bonito del caso resulta que una de las principales facultades de las instituciones que dirigen e integran estos funcionarios, es hacer las leyes y en algunos casos aplicarlas y hacerlas cumplir.


Por lo visto, las hacen para que sean otros los que las acaten, violándose el principio de que la ley comienza por casa y cumpliéndose de forma descarada el adagio de que quien hizo la ley hizo la trampa.


Para gente como los varones jueces de la JCE que se sienten felices y a gusto con sus jugosos sueldos y privilegios, (en tanto la inmensa mayoría del pueblo tiene que amarrarse sus estómagos), las declaraciones de doña Aura Celeste, como las Montesinos, parecerán voces en el desierto, una posición de conflicto, como lo declaró Feliz y Feliz, pero para la sociedad dominicana, resultan un aliciente moral, una muestra de que no todo está perdido.


Parafraseando al flamante juez electoral Mariano Rodríguez, ellos no fueron llevados a la Junta Central Electoral a empobrecerse, pero tampoco (agregamos nosotros), para abusar de sus cargos, que significa por ejemplo, disponer de la cancelación de cientos de infelices padres de familias, como en efecto se hizo, bajo el supuesto de falta de recursos, mientras ellos, el pleno de magistrados, con la honrosa excepción de Aura Celeste, se regodean en irritantes privilegios.


¡Gracias, doña Aura, por mantener sus principios sin abandonar su decencia!


¡Allá los privilegiados que comen, gozan y ríen sin importar la crítica y los criterios ajenos, porque de ellos, el pueblo se siente burlado!




DiarioDigital RD

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