POR LA DEMOCRACIA DOMINICANA

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Rescatemos sus instituciones

lunes, 1 de junio de 2009

COLUMNA INVITADA:

GUIDO GOMEZ MAZARA

Lo conocí en una actividad del partido. Era un voraz lector de sus artículos en El Nacional. Tamaña sorpresa me llevé cuando se acercó a mi ese día, me dio una palmada en el hombro y con su voz de muchacho grande me dijo: “ey maldito tiguere, te leo siempre”. Se refería a los artículos de mi autoría publicados por el desaparecido vespertino La Nación.

Desde ese momento nació una hermandad que se ha venido cocinando a través del tiempo: entre libros, conversaciones al mediodía, reuniones nocturnas e ideas encontradas. He conocido pocos personajes con su capacidad para articular ideas novedosas, un pensamiento tan denso y para acuñar frases que le den carácter académico al más puro tigueraje.

Es temperamental hasta los tuétanos. Un Mazara puro. Lo bueno de sus defectos es que no los esconde. Los muestra a la gente tal como son. Guido se nos presenta tal como es. Y eso, en un mar lleno de simulaciones y simuladores como el de la política, es admirable.

Decir verdades cuesta. Y Gómez Mazara ha pagado un precio muy alto por ello. Fue el primero que reveló los déficits democráticos del PRD, que alertó sobre la necesidad de darle nuevos aires, bríos e ideas al decano de la democracia. Tuvo la valentía de poner el dedo en una llaga que nadie se atrevía siquiera a mirar: nuestro liderazgo no debía ser un Parque Jurásico a las puertas del Siglo XXI.

Guido nos despertó. Cuando para muchos resultaba una blasfemia decir que un partido como el PRD constituido por “náufragos sociales” no debía estar al servicio de ninguna potencia extranjera, ni tartamudear ante los altares, ni mucho menos dejarse seducir por el perfume de las elites exquisitas de la sociedad, el hijo del Moreno y Carmen Mazara se atrevió a ser hereje.

Aunque habla un perfecto y fluido inglés, prefiere comunicarse en español, el único idioma que respeta con devoción. Negarse a ser narigoneado, como sus antecesores en la Consultoría Jurídica del Ejecutivo, por el omnipotente “Embajador” le costó la cancelación de su visa a gringolandia. Si fuera Guido colgaría una copia de la cancelación en la puerta de mi casa al lado de un retrato de Cristo. Que los gringos te nieguen la posibilidad de pisar su territorio por defender tu dignidad debería considerarse un pasaporte al Paraíso (recibimiento de ángeles incluido).

Conoce las falencias del PRD y tiene proyectadas sus soluciones. Como Secretario General pondrá fin al dedo antidemocrático, a los acuerdos de aposento y a los conciliábulos con la oligarquía y la elite eclesiástica. Garantiza el ejercicio de una oposición independiente, articulada, inteligente y bien armada para la batalla de ideas. De los aspirantes al puesto es el único con bagaje político, académico y honestidad suficiente para decir las verdades que este país necesita escuchar sobre sus gobernantes.

En él tendremos un Secretario General que siempre andará de pie, los pantalones bien puestos y la correa ajustada. Guido no hará oposición en los medios en el día, para pactar con el gobierno por las noches. Estoy seguro que en sus programas de radio y televisión no veremos, como nunca hemos visto, una sola cuña promocional pagada por el Estado (Poder Ejecutivo, Poder Legislativo, Poder Judicial o Ayuntamientos).

Por su visión de partido. Por su honestidad. Por su gallardía creo que Guido Gómez Mazara debe ser el Secretario General del PRD durante los próximos cuatro años.

Por nuestra amistad, que raya en la hermandad. Porque tenemos temperamentos parecidos. Por el cariño que tengo a su familia en especial a su madre. Porque pensamos casi igual. Porque compartimos la misma afición por El Gran Combo. Porque él representa el cambio verdadero en la Secretaría General.

Porque no se dejará seducir por el perfume social dominicano, ni se arrodillará ante las sotanas, ni se le olvidará el español dominicano cuando le hablen en ingles. Porque sé que ante el gobierno siempre estará parado en firme sobre sus dos pies, son razones más que suficientes para apoyarle.

Sin embargo, sólo una me lleva a empujar junto a él en la misma dirección: ha afrontado con valentía, coraje y dignidad las pruebas dolorosas que le ha puesto la vida. Las demás razones sobran.--

Juan Carlos Guerra B.
www.juancarlosguerra.com

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