Impacto Económico
de una Nueva Reforma Tributaria
Sobre la clase media y los pobres; sectores productivos: turismo, construcción, industria nacional, comercio y empresas aseguradoras.
La Tercera Reforma Tributaria anunciada por el Presidente Leonel Fernández y de su gobierno, constituye un golpe mortal para la clase media y los pobres, ya que aumentará los precios de los productos de la canasta básica familiar, agravando aún más las condiciones de vida del pueblo dominicano.
La ampliación de la base del ITBIS a productos como el azúcar, aceite, chocolate, detergentes, café, entre otros, golpeará directamente el bolsillo de los consumidores, especialmente a los de menores ingresos.
El paquetazo fiscal también tendrá desastrosas repercusiones sobre distintos sectores productivos de la sociedad dominicana, especialmente sobre el turismo, la construcción y la industria nacional ―las de alcohol y cigarrillo―, el comercio y las empresas aseguradoras.
A la clase media, por ejemplo, el gobierno le está aumentando en un 100% el impuesto a la vivienda. Mientras por otra parte golpea a miles de empleados, y a las micro, pequeñas y medianas empresas, cuando incumple el compromiso de reducir el Impuesto Sobre la Renta, del 30 a 27%, manteniéndolo hasta el 2009, cuando ya habrá concluido su mandato.
De igual forma, continuando con su conducta de prometer para no cumplir, el Presidente Leonel Fernández encarece el costo de las operaciones bancarias, al posponer hasta finales del 2009 la eliminación del impuesto de 0.015 por mil a los cheques y transferencias.
En el caso del sector turÃstico y las empresas aseguradoras, en la reforma anterior el gobierno del PLD les aplicó el ITBIS, bajo el compromiso de eliminarles los impuestos selectivos. Sin embargo, ahora les restablece un impuesto selectivo de 10% para los servicios de seguros en general, y uno de 5% por el uso de habitaciones de los hoteles, moteles, apartahoteles y similares, afectando la competitividad del principal generador de divisas de la economÃa dominicana.
En cuanto a la polÃtica de austeridad, que nueva vez promete el presidente Fernández, debemos recordar que fue lo mismo que anunció el 16 de agosto del 2004 al iniciar su mandato, cuando prometió reducir el gasto corriente en un 20%, y por el contrario, lo que hizo fue aumentarlo en un 37% en lo que va de año.
En lo referente a su discurso debemos señalar que es más de lo mismo y que el Presidente sólo repite promesas que nunca ha cumplido, e insiste en culpar a otros de la incapacidad, la ineficiencia y el fracaso de su gestión.
Por último, el Presidente Fernández pretende vender una bonanza que no existe, y que no siente la población.
De manera irresponsable evade decirle la verdad al pueblo dominicano, sobre el impacto negativo que tendrán los nuevos impuestos en la clase media, en los pobres y en el sector productivo nacional.
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