POR LA DEMOCRACIA DOMINICANA

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Rescatemos sus instituciones

martes, 2 de enero de 2007

Del Listin Diario...articulo invitado

¿Cómo se llama este país?

JULIO ORTEGA TOUS

He leído como sumo interés la propuesta del amigo José Rafael Vargas de cambiar el nombre del país en la próxima reforma constitucional. Vargas propone que en lugar de República Dominicana, el país se llame Dominicana a secas. Ciertamente existe una enorme confusión, inclusive entre los dominicanos, en torno a cómo se llama y cómo debería llamarse el país que habitamos.

Consenso existe sobre el gentilicio: dominicanos y dominicanas. ¿Pero cómo se llama el país? ¿República Dominicana? ¿Santo Domingo? ¿Dominicana a secas? ¿Debe tocar este punto la próxima reforma constitucional? También nos confundimos sobre el nombre de la isla. Al ser una isla atípicamente dividida en dos Estados, existen todo tipo de conjeturas. Haití, según algunos era el nombre original que daban los aborígenes taínos. Según otros, el nombre era Quisqueya o Quequea. Luego la isla fue designada por los conquistadores y colonizadores españoles como La Española. Pero la colonia era Santo Domingo y por tanto la isla lleva hasta el día de hoy el nombre de Isla de Santo Domingo. Los franceses por tanto le llamaron a su colonia occidental a partir del siglo XVII Saint-Domingue. Así que tenemos, Haití, Quisqueya, La Española, Santo Domingo y Saint-Domingue.

Cinco nombres distintos antes de convertirnos en entes independientes cada parte de la isla. En 1804, los esclavos liberados del yugo francés llamaron a su joven entidad, Republique d’Haiti, como homenaje a los aborígenes taínos. Los habitantes del lado español primero nos autodesignamos como Estado Independiente del Haití Español en la llamada Independencia Efímera de 1821. En 1822 pasamos a ser una provincia de Haití. Finalmente, los trinitarios encabezados por Juan Pablo Duarte fundaron en 1844 la República Dominicana.

Ahora bien, ¿qué significa Dominicana en ese contexto? Es la República que fundaron los dominicanos. ¿De qué es gentilicio, dominicano? De Santo Domingo. Los habitantes de Santo Domingo se llaman dominicanos. Por ello los sacerdotes de la orden creada por Domingo de Guzmán, fue llamada de esa forma. Nuestra ciudad capital, fue designada en honor del fundador de la Orden de los PP. Predicadores, Santo Domingo de Guzmán. Los habitantes de Santo Domingo de Guzmán son por tanto, dominicanos. En buena lógica, la República de los dominicanos, de los habitantes de Santo Domingo, es la República Dominicana. Ahora bien, en buen castellano, esta es la República de Santo Domingo, nombre de la colonia original de Santo Domingo, y por tanto de los dominicanos.

La dificultad de decir sólo Dominicana, por ser un gentilicio, le sucede también a la República de los checos, una vez separados de Eslovaquia. Por ello se utiliza comúnmente, República Checa. Nadie diría Checa, para designar el país. Algunos proponen que se diga Chequia, pero resulta feo e incómodo. Lo mismo nos sucede a los dominicanos, es incómodo decir Dominicana, para designar el país de los dominicanos. Por ello, la República Dominicana es igual a decir la República de Santo Domingo. Como decimos la República de El Salvador.

Otra dificultad con designar el país como Dominicana es la confusión con Dominica, que de hecho sucede en la actualidad. En inglés, el gentilicio de los habitantes de ambos estados se dice “dominican”. En francés, el gentilicio de los dominicanos es igual que el de los padres dominicos, “dominicain”. Recuerdo que en una ocasión, tres amigos recién llegados a París nos preguntaron en una residencia gerenciada por religiosos que de dónde éramos: al contestar los tres “dominicain”, la reacción de la monja fue de sorpresa de nuestra juventud –teníamos 18 19 años- y ser ya sacerdotes.

Ciertamente, el nombre de un país es parte de la identidad de su gente. Los dominicanos tenemos una gran identidad como nación. Sin embargo es necesario que dejemos sentado el nombre del país. Somos todos dominicanos. Desde Jimaní hasta Macao y desde Puerto Plata hasta Barahona. Los dominicanos somos todos de Santo Domingo, no sólo los que habitamos la ciudad Capital, que ahora pareciera que se llama Distrito Nacional y no Santo Domingo de Guzmán. Esta ciudad es Santo Domingo, DN. Como México es DF y como Washington es DC. Pero el país entero también es Santo Domingo, por ser todos dominicanos. Lo más lógico es que el país sea República de Santo Domingo y/o República Dominicana. De esa forma, podemos llamar al país Santo Domingo sin más apellidos, como muchos de hecho le llamamos cuando estamos fuera, y como de hecho muchos hispanoamericanos nos llaman.

La República de Santo Domingo es un homenaje a un sacerdote católico. Un homenaje a los predicadores abnegados que encabezó Domingo de Guzmán. Sin embargo, la República de los dominicanos, la República de Santo Domingo o República Dominicana debe ser en la nueva constitución totalmente laica. El Estado tiene que asegurar sin discriminación la igualdad de todas las religiones ante el Estado, sean cristianas, judías, musulmanas, budistas o simplemente no creyentes o ateos. Hoy en día no sucede así.

Todas las interpretaciones que no sean católicas son discriminadas, como las iglesias cristianas no católicas, para no decir las religiones con poca presencia como los musulmanes, los judíos o los budistas, entre otros. Dios es un asunto totalmente privado de los creyentes, de los religiosos, que son la mayoría, pero que no deben imponer en un Estado democrático de derecho una interpretación filosófica de la vida y la muerte particular.

El Estado debe asegurar la total libertad de cultos, pero también la total libertad de no cultos. Por ello creo que no tiene que aparecer el crucifijo ante los jueces nacionales, sino la balanza ciega de la Justicia. Por ello hay que quitar cualquier referencia religiosa de los símbolos nacionales. Dar la misma igualdad a las demás corrientes religiosas ante el Gobierno y el Estado. Asegurar la laicidad de la educación, tanto pública como privada, en el mayor respeto por las creencias religiosas de cada comunidad o grupo.

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