DESDE ULTRAMAR:

EL ARTE DE DIVIDIR Y CREAR CAOS EN EL PRD ES HISTORIA

Por Manuel Nin Matos

“Hay un grupo de hombres ante quienes la sola mención de su nombre, libera en muchos adrenalina. Entonces, el hígado también libera azúcar, se incrementa el ritmo cardíaco, se contraen los músculos y con los puños al aire, se debate fuera de toda razón en Pro o en contra. Son los llamados hombres controversiales. Cada facción etiqueta contra su contrario y a su favor, y así se ahorra el proceso de pensar, de investigar y juzgar racionalmente.”

Hay un grupo de “históricos” en el PRD que se han convertido en los dueños del pensamiento “perredeísta”, es decir que se consideran portadores de la sabiduría popular. No hay quien se le oponga o trate de contradecirlos, las sangres azules del PRD han ocupado todos los cargos del mundo, han sido los privilegiados de todos los gobiernos blancos y caminan en las alfombras palaciegas sin haber invertido una sola gota de sudor en los barrios y campos en procura del voto popular, sin embargo siempre estuvieron en el anillo palaciego. Sacaron al partido del gobierno y hoy impiden que vuelva.

Pero aun mas, lograron vidas cómodas y orgadas, mientras dirigentes de 40 y 50 años de militancia activa, que han sufrido cárceles y vejámenes de los gobiernos Reformistas y Peledeistas, no han podido merecerse los cargos ni de regidores; pero como dice mi amigo José Tobías Beato, es muy bueno ahora lanzar “sobre la mesa” el estribillo de “le arrebataron la candidatura” para crear un pandemónium en el partido y crear las condiciones para la derrota (victoria) los mismos que nunca les importo esa base irredenta de que hablaba José Francisco Peña Gómez.

“También se aplica la táctica de Eris, la diosa griega de la discordia: expulsada del Olimpo por revoltosa y excluida de la boda entre Tetis y Peleo, lanzó sobre la mesa del banquete una manzana de oro con la inscripción: “A la más hermosa”. Y se armó el pleito entre Hera, esposa de Zeus; Afrodita, diosa del amor, y Atenea, de la sabiduría, relegándose la boda a un tercer lugar. La entrega del título a la diosa del amor, en un juicio no muy imparcial, originó la guerra de Troya, que brindó a Homero el motivo para sus celebérrimos poemas. Así, por ejemplo, si se está debatiendo un tema presupuestal, o la reforma de salud, de pronto alguien incluye el tema del aborto, que divide en forma agresiva por su fondo religioso, a todos los congresistas y ni que decir a los diversos conglomerados sociales a los que supuestamente representan. Entonces, en un ambiente de fanatismo, se grita a voz en cuello, hay empujones, malas palabras. Perdido el tono civilizado, el gorila que cada uno lleva dentro más o menos disimulado, aparece repentinamente mazo en mano, presto a reducir al contrincante a base de garrotazos. El tema, que no tiene que ver nada con el asunto inicial, produce entonces nuevas alianzas, otras alineaciones que alteran, rompen o posponen por largo tiempo el debate original. Es el viejo arte de Eris: introducir en una discusión, un tema indirectamente relacionado, colateral, con el ánimo de confundir, separar y reagrupar y salirse finalmente con la suya.”

Traigo a colación estos dos párrafos de un escrito inteligente y profundo de Tobías Beato un prolífico escritor dominicano del que me considero amigo, en lo que a referente histórico se refiere, pero excelente reflexión sobre lo que pasa en el PRD; mientras el país se cae a pedazo y se transforma moralmente de una sociedad basada en la ética moral religiosa y el patriotismo duartiano, en una sociedad presa de la corrupción generalizada en el todos los estamentos del Estado, la compra de conciencia y adhesiones, la mediación social del dinero sucio (lavado del trafico de drogas) y el índice mas alto de criminalidad sumado todas las épocas.

Mientras todo esto ocurre, se multiplica, se convierte en modus vivendi, las fuerzas sanas y dispuestas a luchar en contra de todo esto, se encuentran huérfanas de una dirección, de un partido con reales propósitos de cambiar el rumbo de nuestro país; el PRD aleja esas fuerzas sociales al sumergirse en ruidos internos que señalan la imposibilidad de crear una alternativa de poder que enfrente todo el terremoto social que ha creado el partido morado.